lunes, 4 de agosto de 2008

Besé el fervor



Abrevarse de sangría
En ella avizoro mi religión cautiva
Me llama a la raíz
Trazo rieles con la lengua
Cadalso a cadalso
Descorrer las cortinas,
Carcomer a silencios el horizonte no alcanzado
El panopticón de mi piel
Bajo un cielo impostor
Irrigo
Sexo triste
Mis cimientos no son suyos
De su mascada torpe
Horada, convulso
Mi contradanza inútil
Nunca cicatriza la gangrena
En este cautiverio
Me asomo a la escotilla para encontrar las hebras
De lo que fuimos
En tus extramuros
Besé el fervor.

sábado, 31 de mayo de 2008

Vértice


Y me dijo que las sombras me amortajaban
Como inminente desahogo de estatismo
Y me dijo que era como herrumbre
O pátina
Encrucijada negra de lo permanente
Y me señaló la raza tanteando mi piel
En exaltación
Disolvió los ecos extraviados
En algún rincón de mi boca
Dijo que era verde cuando la bruma descendía
Sin embargo, no abrió los labios
Y poco pude ver el color de sus palabras
¿Por qué te dije que guardaría los minutos
como un puñado de tierra en la boca
si hoy me pesan como horas?
Me dejó levitando
Un nuevo sol sepultaba todo el polvo que dejaba
Al entrecerrar simulacros
No tuvo puntería al rozarme.

Fotografía: Horacio Coppola

lunes, 21 de abril de 2008

Al revés


Las cicatrices son de otro tejido
Es cierto, puedo tocarlo y pre-sentir
Cómo purga esta carne adormecida
Porque nadie se atreve a palparme
Tengo muchas cicatrices
En el anverso de las manos
En la lengua
En la memoria
Más huellas que pisadas
Me sobran manos para adormecerte, mi cuerpo
Eres hoja y viento en esta entelequia
De lucecitas mortecinas
Al revés del dibujo que hicieron ellos
Tampoco me devuelven absolución
¿Quién está detrás?
Metal, agua, edificios,
helicópteros como insectos que entorpecen el sol
suenan mal
infiernos que emergen con las copas semivacías
piedras limpias de lamidos
bordes imperfectos
Rebautízame en la línea de sangre
Hacia mis antepasados trasladados aquí
En un beso enmohecido de ternura en consumo
Rebautízame en tu mar de Galilea
Sólo pongo el oído en tu pecho
Incombustible.
Foto: Francisco Cannobio

martes, 1 de abril de 2008

Omen


(A mi amigo Marcelo, jugando a ser un ángel en la foto)


Arde cuando punza y deja de punzar
Ácido, rojo, violento y dulce
Arde porque no está o comienza a habitar las escamas
Del cuerpo que se abandona a pisadas
No todo tendría que reducirse necesariamente a un “pudo ser”
Es el coro. La paloma creó un ángel a la sombra
Cuando aleteó sobre Marcelo
“La vida no pesa nada, te fijas?”, y seguimos
Una luz rasante interrumpió derecha-izquierda
Sus ojos goteando mieles, la carretera preferida
Otra vez pudo ser
Todo carcome paredes y el gesto vulnerable
Tras los cerrojos más adversos
No quiero complicidad gratuita, sino ganarla
Lo desearía. Me enseñaron que la felicidad también devuelve
En una bocanada de desesperación
Si tú pudiste, cómo yo no?
En la ciudad es posible sembrarlo
Imitar los bordes, creernos de pronto una caricatura
De Tom de Finlandia. Una fotografía de Tom Bianchi
El tácito de NN en el silencio favorito
Que hicimos canción de cuna
De pie por el Parque Forestal
Mirando nada
De pie por post-dark
A que recoja los restos
A que arda.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Escarbar


De alguna forma le devolví el aliento
a mi sombra
En un sueño de niño extinto
Al esparcirme como masa
Sobre los espacios
Poseso-poseso
Estoy hecho de huesos
y de ideas cubiertas con pátina
Imágenes trizadas
Volver a partir desde el enjambre
Repetirme círculo a círculo
En la gran percepción
Soy la letra de este poema,
el lenguaje,
la delicia
Pronunciación muerta
Yo estoy en lo que lees
Me cuelo en tus orificios
Por tus ojos
Húmedo
Blando
Tengo hambre
Quiero deshacerte
en la melaza
Sólido a líquido
Tejido por tejido
Sutura rota por las muelas
Costura
Labios
Lengua
Dedos abandonados
en pisadas sin dirección
Piel inútil
Quitármela, no la quiero
Escarbar, escarbar
Profundo en la carne que cuelga
La carne que me confirma
Y dios no viene.
La animal me mira con asco
Déjame
Glándulas
Blanco estridente
Dedos
Dijiste que me querías ver destruido
Pero no lo lograste
Él vino antes con las manos atadas
Esto
se lee
al revés.

martes, 11 de marzo de 2008

Las Coordenadas



Desde una hondura a otra
Por medio del traspié
Hacia la masa
Directo a la carne
En sacra dirección a la osatura
Yo quisiera alabar y profanar
En un acto
Ensuciar de bendiciones a la partera
Colmarla de sangra aguardiente
Hacerla sentir diosa en el lodazal
Porque tal vez estuve muy expuesto a los abismos
Fui violentado con muecas, me hicieron sentir torpe, burdo
Ésta es mi represalia
Puedo hablar sobre lo inmanente y lo sádico
Como nadie en este cortocircuito
Yo lo viví en mi cerco, tú en el tuyo
Confundamos la memoria con porquería
Sólo filtra las gotas que no quiero absorber
No en esta sombra
Tal vez luego en los roqueríos
Que son mis palabras.