martes, 11 de marzo de 2008

Las Coordenadas



Desde una hondura a otra
Por medio del traspié
Hacia la masa
Directo a la carne
En sacra dirección a la osatura
Yo quisiera alabar y profanar
En un acto
Ensuciar de bendiciones a la partera
Colmarla de sangra aguardiente
Hacerla sentir diosa en el lodazal
Porque tal vez estuve muy expuesto a los abismos
Fui violentado con muecas, me hicieron sentir torpe, burdo
Ésta es mi represalia
Puedo hablar sobre lo inmanente y lo sádico
Como nadie en este cortocircuito
Yo lo viví en mi cerco, tú en el tuyo
Confundamos la memoria con porquería
Sólo filtra las gotas que no quiero absorber
No en esta sombra
Tal vez luego en los roqueríos
Que son mis palabras.

2 comentarios:

Sonita dijo...

Fuerte.
Impactante.

Tristancio dijo...

Qué se puede decir de los legítimos versos que le han nacido a otro, en un instante, en un fragmento, en una esquina del cuerpo, en un recoveco del alma...

Nada diré, Manu, de lo ya dicho.
Sólo puedo recorrer tus roqueríos, como se recorren los roqueríos... despacio, vigilando que los guijarros no dañen la planta, pero sin dejar de sentirlos.

Hasta el próximo verso.-