lunes, 21 de abril de 2008

Al revés


Las cicatrices son de otro tejido
Es cierto, puedo tocarlo y pre-sentir
Cómo purga esta carne adormecida
Porque nadie se atreve a palparme
Tengo muchas cicatrices
En el anverso de las manos
En la lengua
En la memoria
Más huellas que pisadas
Me sobran manos para adormecerte, mi cuerpo
Eres hoja y viento en esta entelequia
De lucecitas mortecinas
Al revés del dibujo que hicieron ellos
Tampoco me devuelven absolución
¿Quién está detrás?
Metal, agua, edificios,
helicópteros como insectos que entorpecen el sol
suenan mal
infiernos que emergen con las copas semivacías
piedras limpias de lamidos
bordes imperfectos
Rebautízame en la línea de sangre
Hacia mis antepasados trasladados aquí
En un beso enmohecido de ternura en consumo
Rebautízame en tu mar de Galilea
Sólo pongo el oído en tu pecho
Incombustible.
Foto: Francisco Cannobio

martes, 1 de abril de 2008

Omen


(A mi amigo Marcelo, jugando a ser un ángel en la foto)


Arde cuando punza y deja de punzar
Ácido, rojo, violento y dulce
Arde porque no está o comienza a habitar las escamas
Del cuerpo que se abandona a pisadas
No todo tendría que reducirse necesariamente a un “pudo ser”
Es el coro. La paloma creó un ángel a la sombra
Cuando aleteó sobre Marcelo
“La vida no pesa nada, te fijas?”, y seguimos
Una luz rasante interrumpió derecha-izquierda
Sus ojos goteando mieles, la carretera preferida
Otra vez pudo ser
Todo carcome paredes y el gesto vulnerable
Tras los cerrojos más adversos
No quiero complicidad gratuita, sino ganarla
Lo desearía. Me enseñaron que la felicidad también devuelve
En una bocanada de desesperación
Si tú pudiste, cómo yo no?
En la ciudad es posible sembrarlo
Imitar los bordes, creernos de pronto una caricatura
De Tom de Finlandia. Una fotografía de Tom Bianchi
El tácito de NN en el silencio favorito
Que hicimos canción de cuna
De pie por el Parque Forestal
Mirando nada
De pie por post-dark
A que recoja los restos
A que arda.